La aerotermia es una energía limpia que permite climatizar una vivienda o industria mediante el aprovechamiento de la energía almacenada en forma de calor, proveniente del aire que nos rodea, destinándola a calefacción, agua caliente sanitaria o refrigeración. Este proceso se realiza mediante la utilización de bombas de calor aerotérmicas capaces de extraer hasta un 80% de la energía del aire con el fin de generar calor o frío de manera totalmente eficiente.
La aerotermia se basa en los principios de la termodinámica: transportar el calor del aire de un ambiente a otro de manera que a través de una bomba de calor se pueda recuperar la energía térmica existente en el aire y hacerla pasar por un circuito que contiene refrigerante para que se produzca un intercambio de temperaturas. En este proceso, el refrigerante va cambiando de gas a líquido mediante un compresor. De esta forma el gas cede su temperatura al aire, o a un circuito de agua caliente, y se transmite la energía generada al circuito de calefacción o agua caliente sanitaria.
La aerotermia se presenta como una de las tecnologías más eficientes que existen en climatización ya que obtiene hasta un 80% de la energía del aire. Es una fuente renovable y gratuita, multiplicando la potencia eléctrica de accionamiento del compresor, transportando calor útil. Una de sus mejores cualidades es que las bombas de calor rinden más cuanto más baja sea la temperatura exterior, pero no hay que dejar de tener en cuenta que cuanto mayor sea la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior la bomba de calor aerotérmica necesitará mayor potencia por lo que tendremos que sopesar las condiciones climatológicas de nuestra zona y la calidad del aislamiento de nuestra vivienda a la hora de realizar nuestra instalación.
Si deseamos aplicar la aerotermia a la calefacción lo haremos gracias a la extracción del aire de la energía térmica necesaria para calentar un circuito de agua sanitaria que será la que alimente una instalación de suelo radiante o de radiadores a baja temperatura. Ello será posible gracias a una bomba de calor aire-agua capaz de obtener el calor del aire y transferirlo a un circuito de agua caliente sanitaria. Con el complemento de un acumulador también podremos dar servicio de agua caliente a cocina y baños con un ahorro de hasta un 25 % o incluso el 50 % frente a gas natural y gasóleo.